Tafí del Valle- Cafayate
Segunda parte de este maravilloso recorrido!
Arrancamos bien temprano, antes del alba, con nuestro guía Maximiliano rumbo a Tafí del Valle.
Una de las "perlas" que tiene la provincia de Tucumán, elegida históricamente como lugar de veraneo por sus habitantes ya que su altura, su clima, y su paisaje permiten un respiro agradable frente al calor agobiante del verano.
Comenzamos a ascender surcando la Quebrada de los Sosa, costeando el río del mismo nombre y adentrándonos en sus bosques que ofrecen un contraste asombroso e inesperado en virtud del paisaje de ciudad del que proveníamos, kilómetros atrás. Estamos de a poco dejando el invierno, y como tal, empiezan tímidamente a asomarse alguno brotes y capullos los cuales, en primavera, explotarán en miles de colores para deleite de nuestros ojos según nos cuenta Maximiliano.
Llegamos a la primer parada mientras el sol se empieza a asomar: el Monumento al Indio o Chasqui, quien recibe a los viajantes a 1100 metros de altura, con los brazos abiertos...
El Chasqui representa las culturas indígenas que habitan las montañas del Valle Calchaquí y las llanuras tucumanas desde tiempos prehispánicos.La palabra "Chasqui" viene del idioma quechua y significa “mensajero, agente de correo, transportador”. Por lo que el monumento también simboliza el sistema de chasquis que viajaban por el reino de los Incas para realizar el intercambio de informaciones entre las tribus diaguitas-calchaquies y los españoles.
El Chasqui representa las culturas indígenas que habitan las montañas del Valle Calchaquí y las llanuras tucumanas desde tiempos prehispánicos.La palabra "Chasqui" viene del idioma quechua y significa “mensajero, agente de correo, transportador”. Por lo que el monumento también simboliza el sistema de chasquis que viajaban por el reino de los Incas para realizar el intercambio de informaciones entre las tribus diaguitas-calchaquies y los españoles.
El camino zigzagueante que parece perderse en esta selva, continúa llevandonos por paisajes de lo más diversos, desde el verde frondoso, hasta los grises y marrones, y el blanco de la nieve! que muestran que el invierno aún no se ha ido. Así llegamos a Tafí del Valle, en dónde nos esperaba un delicioso desayuno de la mano de Romi de La Quebradita un lugar especial para aclimatarse a la quietud del pueblo, y recrear todos los sentidos! La pastelería ya se devora con los ojos...
Nuestro elegido fue un desayuno de campo, con pan y dulces caseros, y en mi caso incursioné en los sabores locales, probando la infusión de Arcayuyo una hierba de la zona, con propiedades digestivas. De sabor suave, con un leve amargor al final, y un aroma bien herbal. Romi me cuenta que todavía se consigue en puestitos del camino, pero lamentablemente algunas hierbas han comenzado a extinguirse, ya que la gente las arranca en lugar de cortarlas, impidiendo así que se reproduzcan nuevamente.
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| Vista desde nuestra mesa en La Quebradita |
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| Mi tetera con Arcayuyo |
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| Coco aprovechó para tomar sol! Y nosotros, la foto. |
Tal como reza el cartel, la visita a las Ruinas de Quilmes es un paseo imperdible. Son los restos del mayor asentamiento precolombino en nuestro país y ocupan aproximadamente treinta hectáreas, ubicadas al pie del cerro Alto del Rey. El lugar fue primero propiedad del pueblo originario, posteriormente del estado provincial, más tarde de un concesionario privado y finalmente, de los descendientes del pueblo Quilme. Fueron restauradas y reconstruídas en parte, para ser visitadas por los turistas.
Alcanzando el mediodía, nos fuimos adentrando en las sendas del vino para llegar a Cafayate.
Un pueblito muy pequeño y tranquilo en ésta época (no así cuando se festeja la Serenata a Cafayate ) pero con una gran y profunda riqueza: desde sus suelos fértiles (de los mejores para la actividad vitivinícola), pasando por su música, sus sabores, y su gente...
Almorzamos en un lugar muy familiar y amigable, donde las guitarras y el folclore se mezclaban con el aroma de las empanadas recién saliditas del horno para crear la atmósfera propia de Cafayate.
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| Sin palabras! |
Por supuesto que en una estadía en Cafayate, no puede faltar la visita a alguna bodega y la degustación de sus vinos. Y nosotros visitamos 3!!: Domingo Hermanos (quienes elaboran mayormente vino en damajuanas y comercializan "vinos de la casa" para restaurants y lugares de la zona), Bodega Nanni, una de las primeras y única en esa zona en producir vinos orgánicos de altura, y Bodega Quara quienes cuentan con una producción mucho más masiva, industrializada y con varietales de exportación.
El destacado de la zona es el blanco torrontés, y los hay dulces y secos. Sepan comprender queridos lectores que, a diferencia del té, poca es mi experiencia y contacto con el mundo del vino. Sin embargo me animé a probarlos! y no puedo decir que fue una experiencia desagradable, en absoluto. También degustamos dos variedades de malbec (tinto). Si me preguntan, me quedo con el torrontés dulce, y si es bien frío, mejor. Les digo más: hasta pueden encontrar una heladería en la plaza de Cafayate que sirve helados de vino! Y claro que también los probamos, porque como ya saben, acá se viaja con todos los sentidos!
La frutilla del postre vendría al día siguiente, donde partimos rumbo a la ciudad de Salta, recorriendo la Quebrada de Cafayate. Si hasta ese momento, cada lugar me deslumbraba, éste me dejó sin palabras. La naturaleza no tiene miramientos ni límites para crear sus obras... y no hay ojos, ni fotos, ni palabras que alcancen para describirles los paisajes que allí se ven. La erosión que ha afectado las rocas ha creado las más diversas formas, que han sido bautizadas con diferentes nombres: Los castillos, el Anfiteatro, la Garganta del Diablo, por sólo nombrar algunos de los más conocidos...
Finalizo este tramo del recorrido con estas imágenes, que son una ínfima muestra de lo que se ve y lo que se siente estando allí. Por favor, prométanme y prométanse ir!
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| Continuará!... |
