domingo, 26 de noviembre de 2017

La llegada del Espíritu Navideño



Todavía faltan unos días para Diciembre, lo se. Pero el espíritu navideño se empieza a sentir...

En la foto:- El primer pesebre (no puede ser más tierno!) que compre el año pasado para mi nuevo hogar, junto a mi amor. - Guirnalda realizada por @lolorigamiok que me llevé el año pasado en el @picnicemprendedor y que por supuesto se suma a la deco navideña en casa. -Blend  Aires de Sierras: con el que pueden preparar un delicioso té helado navideño, tal como les enseño en el catálogo de @paraemprendedoras.

Al menos así fue siempre en mi interior,desde chica y en mi familia. Empezar a ver los adornos en la calle, buscar el arbolito (que a veces, tras sucesivas mudanzas, era un menudo tema). Pensar "qué vamos a comer?", "dónde lo pasamos?". Esas cosas que a muchos le generan dolores de cabeza, a mi me encantaban. 
Más allá de esperar a Papá Noel, tenía una especie de fascinación por la Navidad. (Ok, todavía la tengo...).Recuerdo que en cualquier viaje en auto que hacíamos hacia la casa de alguna de mis abuelas me ponía a contar (atención con esto) las casas que estaban adornadas! Luego ya era un trabajo en equipo, con mis hermanos, entonces unos contabamos los de una vereda, y otro los adornos de la otra vereda. No era una competencia, simplemente un recuento. Creo que significaba que cuanto más casas estuvieran decoradas, más fuerte era la presencia del espíritu navideño. 
Y en qué consistía para mí, con escasos años, ese tal "espíritu navideño"? En primer lugar: alegría. El clima festivo que todo lo inundaba. La ansiedad de armar el arbolito, y de poder pescar a Papá Noel de una vez por todas me generaba una especie de adrenalina mezclada con emoción. La alegría de reunirme con mis primos y saber que esos días eran risa asegurada a carcajadas. Disfrutar de estar todos reunidos y escuchar las anécdotas familiares, a las cuales cada Navidad o Año Nuevo se le sumaba alguna nueva.
 Inclusive, como siempre me gustaron las manualidades, preparaba cosas especiales para cada fecha, para vestir la mesa, o para regalar a los invitados. (Fan de la Navidad y de Utilísima, por supuesto).
Sin embargo la entrada a la adultez y a la rutina nos hace perder de vista a veces la llegada de este espíritu... Los días de estudio (porque Diciembre es época de finales siempre) y las obligaciones le fueron ganando terreno a mis tardes de manualidades navideñas que quedaron por un tiempo en el olvido. Pero la felicidad por la llegada de Diciembre seguía intacta...Y la adultez también trae sus novedades.
Cambié en parte las manualidades por la cocina, ya que ahora podía participar de la mesa navideña elaborando platos! (Me enorgullezco de ser la heredera asignada a la preparación del vitel toné). Y si bien en parte la familia comenzó a achicarse en un momento, y las reuniones dejaron de ser multitudinarias, me sumé a una nueva familia hace unos años, y comencé a formar la mía propia. Renovando y realimentando costumbres, y sobre todo manteniendo vivo el espíritu navideño.
Más allá de cualquier creencia, las fiestas navideñas invitan a celebrar: el amor, la vida, la unión. Al menos es así como yo lo siento, y creo que muchos de ustedes también.
Es por eso que yo sigo y seguiré alentando la llegada del espíritu navideño aunque tenga 100 años o más!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Viajantes Recomienda: Cocoa Casa De Té

Hace unos días merendé con una amiga en un lugar que ya es casi el clásico de nuestras reuniones: Mundo Cocoa Casa de Té En una esquina e...